DORMIDOS
Cuando estamos dormidos, todos somos parecidos. Reyes y mendigos, médicos, artistas, albañiles, asesinos, tertulianos de la prensa rosa, todos. No importa la edad, el sexo, el color o la nacionalidad. El sueño nos devuelve a la inocencia, a contemplarnos como simples seres humanos que estamos en este mundo sin saber ni cómo ni por qué. Nos desnuda ante la vida. Cuando las personas duermen, todas parecen buenas (y en el transcurso del sueño seguramente lo son) y la cama donde yacemos no pregunta quienes somos, qué hemos hecho mal, cuales son nuestros pecados. Camas del primer mundo con colchones blandos o esteras de tela echadas en la tierra dura, tantos tipos de camas pero con la misma persona sobre ellas: Un simple ser humano. Al despertar surgirán las peleas, los amores, la supervivencia, las injusticias, y al dormir todo volverá a ser paz otra vez. Si la humanidad aprendiera a comportarse cuando está despierta igual que lo hace cuando duerme nos evitaríamos tantos males que apenas es imposible imaginarlo. Ojalá algún día ocurra por fin. Ojalá durmamos juntos de un tirón la más bella de todas las noches.
5 comentarios:
interesante reflexión.. me gusta.
Cuando dormimos estamos protegidos por los sueños que nos muestran lo que queremos ser. Al dormir parece que todo puede esperar.
Me gusta la entrada :)
Un besazo!
Nunca me había parado a pensarlo así, pero cuanta razón!
Saludos :)
"Si la humanidad aprendiera a comportarse cuando está despierta igual que lo hace cuando duerme nos evitaríamos tantos males que apenas es imposible imaginarlo".
Ójala algún día sea cierto y pasemos de "es imposible imaginarlo" a un " es muy problable" :)
me a encantado :)
eres todo un poeta :D
un besazo (L)
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